Nació en 1921 en el ingenio Consuelo de San Pedro de Macorís, procedente de familias oriundas de Las Matas de Farfán. Fue maestra, abogada, política, y una de las fundadoras del Partido Reformista Social Cristiano, en cuyos gobiernos ocupó diversas posiciones públicas.
Graduada en Derecho en la Universidad de Santo Domingo, de 1942 a 1947 trabajó como abogada en Azua, luego a pasó a ser subconsultora jurídica de la secretaría de Estado de Finanzas, de Impuesto General sobre la Renta, y de la Dirección del Impuesto sobre Beneficios. Fue consultora jurídica de la Secretaría de Estado de Agricultura y de la Secretaría de Asuntos Jurídicos en el Palacio Nacional, Diputada al Congreso Nacional, secretaria de Estado de Trabajo, y Sin Cartera, presidenta del Consejo Nacional de Educación Superior (CONES), secretaria de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos; de Relaciones Exteriores, Superintendente de Bancos con rango de Secretaria de Estado; administradora general de la Lotería Nacional, administradora de la Fábrica de Pinturas Pidoca, secretaria de Industria y Comercio.
El hecho más destacado durante su gestión como superintendente, fue la creación del cargo de subintendente en Santiago y con ello, el establecimiento de una oficina en esa ciudad, inaugurada en octubre de 1975, que facilitara las labores de inspección a las entidades financieras establecidas allá y en zonas aledañas, cuyo número de sucursales había experimentado un gran crecimiento.
A los 58 años interrumpió su vida pública para cumplir uno de sus sueños, un título universitario de La Sorbonne. Se marchó sola a París a vivir como estudiante en una pensión, perfeccionó su francés y obtuvo grado post doctoral en derecho comparado. Murió el 27 de julio de 2012, a los 91 años.