Muy buenos días a todos y todas.
Me uno a los saludos protocolares externados por quienes me han precedido en el uso de la palabra, extendiendo un saludo especial a los invitados internacionales que nos acompañan.
Me complace tener la oportunidad de dirigirme a ustedes en esta sesión de inicio del 3er Congreso Latinoamericano de Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo, que tiene como enfoque los desafíos actuales, la innovación y la cooperación regional Muy acertadamente, este congreso abordará como uno de sus temas de enfoque la innovación y la importancia del uso de las nuevas tecnologías como herramientas para la gestión de riesgos de lavado de activos, financiamiento del terrorismo y proliferación de armas de destrucción masiva. En este contexto, nos parece oportuno llamar su atención también a lo esencial.
Ciertamente, los avances que estamos experimentando con las nuevas tecnologías aplicadas a la provisión de los servicios financieros 2 (FINTECH); pero también al cumplimiento regulatorio (REGTECH)—y más allá de nuestro sector, a todos los aspectos de nuestras vidas, con tecnologías como la Inteligencia Artificial, los macrodatos y las aplicaciones móviles – son realmente extraordinarios y prometedores.
Como ente supervisor, la Superintendencia de Bancos comparte esta visión. Desde 2020 definimos la innovación como uno de nuestros ejes estratégicos. Como logro, a través de la pionera normativa del onboarding digital se habilitó el uso de nuevas tecnologías, primero en el contexto del confinamiento social de la pandemia; pero luego con una visión más general, para propiciar las operaciones financieras “a distancia” o “no cara a cara”, de forma segura, responsable y con enfoque basado en riesgos. Esto marcó una tendencia en todo el sector financiero nacional. Pero como uno de los primeros promotores de la innovación del sector financiero y del uso de nuevas tecnologías propias –que nosotros los supervisores llamamos SUPTECH, también conocemos que el uso de nuevas tecnologías no debe considerarse como una meta, sino como un medio para lograr la eficiencia y efectividad de nuestras gestiones. Y aquí quiero dejarles el primero de dos mensajes que quiero compartir esta mañana: No debemos perder de la vista los fundamentos.
En estos momentos en que nos encontramos, la tecnología promete ayudarnos mucho. Pero se necesita del buen juicio y de la decisión de las personas para gestionar correctamente los riesgos de PLAFT. Las 3 nuevas tecnologías – como la inteligencia artificial, se deben complementar con el buen juicio, el criterio profesional y la adopción de decisiones oportunas. Como dijera el escritor estadounidense Jim Rohn: “El éxito no es mágico ni misterioso.
El éxito es la consecuencia natural de aplicar de manera consistente los fundamentos básicos.” El truco, señores, es que no hay truco. Lo que hay es esfuerzo y criterio que se apoye en los sistemas y las tecnologías para detectar, prevenir y escalar cualquier atentado contra la integridad financiera.
Recuerdo que una vez, cuando era niño, le pregunté a mi padre –que para el beneficio de nuestro público extranjero, fue gobernador del Banco Central: Papá, ¿qué es un banquero? Él me contestó: es alguien que conoce bien el negocio de su cliente. Lo recuerdo bien, porque no me dijo que simplemente era “alguien que captaba ahorros y prestaba dinero”. Ese mensaje es y sigue siendo el fundamento de la debida diligencia. Conocer al cliente, su perfil, sus transacciones, el origen de sus fondos y de su riqueza. Por eso la importancia de siempre tener en cuenta los fundamentos, y no perdernos en los “deleites tecnológicos”.
Este congreso también propone un enfoque hacia la cooperación. Que quiero resaltar como el segundo mensaje que les dejo esta mañana. 4 En este sentido, me permito comentar que, desde el Consejo Nacional de Prevención del Lavado de Activos -- CONCLAFIT, el máximo órgano de supervisión y control en materia de integridad financiera, los miembros entendemos la importancia del rol que nos corresponde, y priorizamos la sinergia y el trabajo en equipo.
Quiero dar fe públicamente, que el ministro de Hacienda lo preside y asiste personalmente a todas las reuniones. Yo también he asumido ese compromiso, al igual que otros titulares. Esto porque estamos enfocados en la cooperación y el trabajo en equipo, siguiendo las prioridades y las directrices que recibimos del propio presidente Abinader.
De igual forma, desde la Superintendencia de Bancos hemos apoyado y seguiremos apoyando a las otras agencias regulatorias y judiciales que desempeñan un rol en la custodia de la integridad de nuestro sistema financiero. También trabajamos de la mano con nuestras entidades supervisadas y los demás sujetos obligados no financieros, para atender sus inquietudes y calibrar las políticas públicas. Esto debe ser un reflejo y un ejemplo de nuestra expectativa para el sector privado, ya que en la unidad y la cooperación se fortalece toda la cadena, que al fin y al cabo siempre será solo tan fuerte como su eslabón más débil. Quiero retarlos a que ustedes como sector privado trabajen juntos también.
La economía real y la financiera están integradas. Eso significa 5 que los agentes económicos –financieros y no financieros—forman parte del mismo tejido productivo de la nación. Para que ese tejido productivo funcione realmente, todos los componentes deben de trabajar juntos, y sobre todo mostrar fortaleza y consistencia. Si no hacemos eso, corremos el riesgo de vernos desalineados como sistema de integridad o ustedes verse descoordinados como sector económico privado, enviando un mensaje de vulnerabilidades e incertidumbre. Por eso les reto a que trabajemos enfocándonos en los fundamentos y trabajando en unidad – como “proyecto país”, como siempre dice nuestra amiga Rosanna de la ABA. Les deseamos una jornada productiva y de aprendizaje.
Muchas gracias.
Alejandro Fernández W.