La inteligencia artificial aporta facilidades a los procesos de auditoría de las organizaciones, al permitir el procesamiento ágil de datos en tiempo real, detección anticipada de irregularidades y la evaluación continua mediante auditorías automatizadas, entre otros.
¿Es posible que una máquina supere el trabajo del auditor interno? La inteligencia artificial (IA) no viene a sustituir al auditor, sino a fortalecerlo. Estamos ante una herramienta que impulsa un cambio de paradigma; pasamos de auditores centrados en la verificación tradicional, a profesionales estratégicos con mayor capacidad para anticipar riesgos y generar valor agregado.
En un entorno cada vez más dinámico, donde los riesgos emergen con la velocidad de la transformación digital, las industrias y distintos sectores de la economía, por ejemplo, el sector financiero, se enfrentan al desafío de auditar una cantidad creciente de datos, procesos y sistemas con mayor precisión y en menos tiempo. En este contexto, la IA se convierte en una aliada clave.
Lejos de desplazar al criterio profesional, la IA permite que el auditor se enfoque en lo esencial: interpretar, analizar y tomar decisiones con base en conocimiento experto. Entre sus principales utilidades empleadas por las organizaciones se destacan:
• Procesamiento ágil de grandes volúmenes de datos en tiempo real.
• Detección anticipada de irregularidades operativas o sospechas de fraudes.
• Evaluación continua de controles mediante auditorías automatizadas.
• Mejora en la redacción de informes utilizando procesamiento de lenguaje natural (NLP, por sus siglas en inglés).
• Análisis del estado emocional del usuario/a en comunicaciones internas (correos, buzones, etc.) útil para gestionar el clima de la institución.
Casos de éxito: IA aplicada en la práctica
La herramienta COIN (Contract Intelligence) analiza millones de documentos legales y crediticios en cuestión de segundos. Lo que antes requería 360,000 horas al año, ahora se resuelve en un instante.
Ha integrado IA para monitorear comportamientos financieros y detectar transacciones sospechosas en tiempo real, fortaleciendo tanto la auditoría continua como el cumplimiento normativo.
Apuesta por asistentes virtuales basados en IA generativa para mejorar la productividad y experiencia del/la cliente, consolidándose como referente en la adopción de tecnología en el sector bancario.
Su equipo de auditoría interna utiliza modelos de IA para analizar llamadas de sus mesas de Tesorería y detectar posibles abusos de mercado. Gracias a esta herramienta, la institución ha logrado priorizar riesgos, ampliar cobertura y optimizar recursos.
El panorama en la República Dominicana
La incorporación de inteligencia artificial en la auditoría interna del país aún enfrenta importantes desafíos, tales como escasez de talento especializado, creación de una cultura de digitalización, necesidad de una infraestructura tecnológica más robusta y una integración más profunda del análisis de datos. Frente a esto, es esencial contar con marcos regulatorios claros que garanticen el uso ético, seguro y eficaz de estas tecnologías. Para los equipos de auditoría interna, esto significa asumir un papel más estratégico, en el que se evalúe si los algoritmos funcionan correctamente y se identifiquen nuevos riesgos, tales como sesgos derivados de datos insuficientes o mal estructurados, falta de claridad en cómo toman decisiones (lo que se conoce como caja negra), riesgos de ciberseguridad, dilemas éticos y posibles fallas en la protección de datos personales.
Aun así, existen oportunidades concretas que pueden guiar una implementación responsable y efectiva, tales como:
• Desarrollo de proyectos piloto de auditoría continua en áreas clave como riesgos, cumplimiento, finanzas y ciberseguridad.
• Formación continua del equipo auditor en competencias híbridas: auditoría, ciencia de datos e inteligencia artificial.
• Creación de un marco de gobernanza de IA, que incorpore principios de ética algorítmica, protección de datos y control de sesgos.
• Adopción de herramientas accesibles como modelos de lenguaje natural (por ejemplo, Copilot, ChatGPT o Gemini) para análisis documental y elaboración de informes.
Mirando al futuro: un auditor más estratégico
La coexistencia entre la auditoría tradicional y la potenciación mediante IA no es solo viable, sino necesaria. Esta no eliminará la función del auditor interno, pero sí transformará su perfil. El profesional del futuro deberá ser más analítico, más anticipativo y con mayores capacidades para comunicar hallazgos cada vez más relevantes y de mayor valor para la organización. Esta sinergia con la tecnología posicionará a la función de auditoría interna como un componente esencial en la estrategia institucional de gestión de riesgos, control interno y de aseguramiento.
En ese sentido, será fundamental que los auditores participen activamente en los procesos de desarrollo tecnológico, asegurando que las soluciones implementadas sean éticas, transparentes y confiables.
Hacia una implementación de auditoría inteligente
La decisión de incorporar IA en auditoría interna no debe abordarse exclusivamente desde el punto de vista de la innovación tecnológica, sino también desde una decisión estratégica hacia la modernización y eficiencia institucional.
La clave del éxito reside en adoptar la implementación de la IA en auditoría de manera gradual, mediante proyectos piloto controlados, basados en principios de gobernanza tecnológica, mitigación de riesgos y generación de valor.