Uno de los principios de alto nivel desarrollados por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en inglés) establece que los consumidores financieros deben ser tratados en forma equitativa, honesta y justa en todas las etapas de su relación con los proveedores de servicios financieros, los cuales son responsables de conducirse en forma correcta y trabajar proactivamente para cumplir sus obligaciones con los usuarios y las usuarias de sus productos y servicios.
Cuando hablamos de riesgo nos referimos a la incertidumbre sobre una situación que, de presentarse, puede afectar los resultados planificados. En el ámbito profesional hay diversos tipos de riesgos, que son característicos de la actividad que se realice y podrán clasificarse según su contexto.
Los controles no eliminan los riesgos tecnológicos que tienen las entidades, pero mitigan las probabilidades de que se materialicen y/o el impacto negativo que desencadenaría su materialización. Por eso es tan importante que los controles estén diseñados adecuadamente. En este artículo profundizamos en los factores que deben ser ponderados al momento realizar este ejercicio.
Publicamos contenido sobre temas de interés en los ámbitos de la supervisión y regulación bancaria y la protección al usuario de los servicios financieros.