Estudió Administración de Empresas en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) en 1983, y más tarde realizó una maestría en Administración de Empresas en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Su experiencia profesional comienza en la banca privada, pues a finales de la década de los años 80 fue gerente general del Banco de Cambio Atallah, y luego vicepresidente ejecutivo del Banco del Exterior Dominicano, hasta el 1996, cuando se convierte en gerente general de Comercializadora de Capitales S.A. En el año 2000 fue designado como Superintendente General de Bancos por el presidente Hipólito Mejía. 

En su gestión se revisaron y actualizaron las normativas y disposiciones relativas al control y supervisión del sistema financiero, como respuesta a los requerimientos de desarrollo económico interno y el entorno internacional. Se desarrolló un plan de fortalecimiento institucional que contó con la asesoría de expertos internacionales con el apoyo del programa FOMIN del Banco Interamericano de Desarrollo, se buscó soluciones para el pago de los depósitos de aquellas entidades en proceso de liquidación que tenían 10 o más años fuera del sistema. También se tomaron medidas preventivas del lavado de activo a partir de resoluciones de diversos organismos del Estado, estipulando penas para las entidades financieras y se creó el Departamento para la Defensa del Usuario de Servicios Financieros, que más tarde tomó relevancia.

Entre las ejecutorias más importantes, estuvo la elaboración de un nuevo proyecto de Ley Monetaria y Financiera, aprobado el 22 de noviembre de 2002, en la que se asumía al superintendente como miembro de la Junta Monetaria, y, por lo tanto, se le reconocía su mayor capacidad para la aplicación de sanciones.

Es también durante esta gestión cuando se desarrolla el proyecto Bancanet, para intercambiar información entre la superintendencia y las entidades supervisadas. 

Poco tiempo después de estas acciones se hizo público el colapso de tres bancos nacionales, por lo que le tocó, como superintendente, gestionar la primera etapa de esta crisis. El 9 de abril del 2003 pasó a ocupar las funciones de secretario Administrativo de la Presidencia, hasta el 16 de agosto del 2004.

En el 2006, fue electo como Diputado al Congreso Nacional por el PRD, cargo en el que logró reelegirse en el 2010.